lunes, 21 de julio de 2008

Tal día como hoy....



Novelista estadounidense cuyo estilo se caracteriza por los diálogos nítidos y lacónicos y por la descripción emocional sugerida. Su vida y su obra ejercieron una gran influencia en los escritores estadounidenses de la época. Muchas de sus obras están consideradas como clásicos de la literatura en lengua inglesa. Hemingway nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Illinois, en cuyo instituto estudió. Trabajó como reportero del Kansas City Star, pero a los pocos meses se alistó como voluntario para conducir ambulancias en Italia durante la I Guerra Mundial. Más tarde fue transferido al ejército italiano resultando herido de gravedad. Después de la guerra fue corresponsal del Toronto Star hasta que se marchó a vivir a París, donde los escritores exiliados Ezra Pound y Gertrude Stein le animaron a escribir obras literarias. A partir de 1927 pasó largas temporadas en Key West, Florida, en España y en África. Volvió a España, durante la Guerra Civil, como corresponsal de guerra, cargo que también desempeñó en la II Guerra Mundial. Más tarde fue reportero del primer Ejército de Estados Unidos. Aunque no era soldado, participó en varias batallas. Después de la guerra, Hemingway se estableció en Cuba, cerca de La Habana, y en 1958 en Ketchum, Idaho. Hemingway utilizó sus experiencias de pescador, cazador y aficionado a las corridas de toros en sus obras. Su vida aventurera le llevó varias veces a las puertas de la muerte: en la Guerra Civil española cuando estallaron bombas en la habitación de su hotel, en la II Guerra Mundial al chocar con un taxi durante los apagones de guerra, y en 1954 cuando su avión se estrelló en África. Murió en Ketchum el 2 de julio de 1961, disparándose un tiro con una escopeta.

Entre sus más destacadas obras: Tener y no tener, Por quién doblan las campanas, La quinta columna y El viejo y el mar.

1 comentario:

merlin dijo...

Este sí que foi un dos grandes, e ademáis a súa visión cosmopolita fixo que a xente o admirara alí por onde pasaba.
Coñeceu moita xente, e tivo a cualidade de non crearse inimigos, certamente difícil en tempos de guerras