miércoles, 6 de agosto de 2008

Marchando una de canon!


¿Qué opináis?

3 comentarios:

merlin dijo...

A min pareceme unha medida que non agrada a ninguén, pero que posiblemente é necesaria.

Prefiro que os cartos vaian aos artistas e non que en vez diso gástense en bombas contra os iraquíes, como pasou noutros tempos

calvito dijo...

El tema es bastante complicado. La medida no me parece muy justa, pero sí coincido en que de alguna forma hay que contribuir a que se sigan haciendo películas y grabando discos.

El Duende Que Camina dijo...

Creo recordar que sólo el 7 % del precio del cd, es para el artista.

¿por qué en lugar de meternos otro impuesto, las copañías no reducen su margen y este se lo ceden a los artistas?

Me gusta la música, y examino algún cd y de él sólo es buena una canción en muchos de los casos, pero es igual 12 € al canto.

Me gusta el cine, pero una peli 7 euros al canto.

Me gusta el futbol, pero desde que en un partido amistoso de la selección le cobraban 30 € a los niños, he decidido que no vuelvo a un estadio. No estoy dispuesto a jugar su juego, no me conformo ni voy a tragar con cierto tipo de historias.

En alguna otra ocasión, ya he descrito mi parecer sobre los "excesivos beneficios en lo que es llamado libre-cambio económico".

Observo, por lo general, que la gente quiere trabajar muy pocos años y hacerse millonario, además en muchos de los casos, dando un pésimo servicio postventa.

Con lo caro que está la vida, por ejemplo, cuando voy al cine, como mínimo debía de tener garantizado que ningún móvil de ningún cateto me interrumpiese la película.

Lo mismo cuando estoy en un funeral en una iglesia o en un hospital velando por mis seres queridos.

Deje de ir a Riazor, entre otras cosas, porque un grupito muy chachi, sacaba unas pancartas enormes y no nos dejaban ver el partido, reclamé varias veces y ni dios me hizo caso. No hubo problema, me di de baja y asunto resuelto, pues cuando acudo a un espectáculo es para divertirme no para rifar con gente más bien egoísta que sólo piensa en sí misma.

Es muy común, en los supermercados de la ciudad, encontrarse con productos que tienen vencida la fecha de caducidad, pero curiosamente el precio sigue siendo el mismo que los que la tienen vigente....

Todo esto es un poco más de lo mismo...¡Tomadura de pelo¡