lunes, 14 de julio de 2008

¿Cuando nació el Duende que camina?

Estos días al conocer la noticia de que nuestro amigo Duende había cumplido 40 tacos, Calvito y yo, unos yogurines de 19 años que vivimos plenamente en el siglo XXI, nos hemos puesto a indagar en las fechas en las que él nació para conocer un poco mejor las costumbres de aquella época....

Así, en nuestro afán por propagar la cultura, hoy nos adentramos en el proceloso mundo de las guarradas protagonizadas por la humanidad hasta no hace demasiados años. Quizá ello explique que algunos contemporáneos nuestros sean auténticos exponentes de la falta de higiene personal: se han quedado en los siglos pasados.



Si uno visita el Palacio de Versalles, en París, a poco observador que sea rápidamente advierte que el suntuoso palacio no tiene baños. En realidad, hasta bien entrado el siglo XVII no existían, ni tampoco los cepillos de dientes, desodorantes y mucho menos papel higiénico. Las heces y orines humanos eran tirados por la ventana del palacio.

En un día de fiesta, la cocina del palacio era capaz de preparar un banquete para 1500 personas sin la más mínima higiene.



Vemos en las películas a la gente siendo abanicada. La explicación no está en el calor, sino en el mal olor que exhalaban las personas por debajo de los vestidos (estaban hechas a propósito para contener los olores de las partes íntimas porque no se lavaban).

Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciones y de agua corriente. Así el mal olor era disipado por el abanico. Pero solo los nobles tenían lacayos que hacían esta labor. Además de disipar el aire también espantaban insectos que se acumulaban a su alrededor.



Quien haya estado en Versalles se habrá maravillado con sus jardines, enormes y hermosos, que en la época eran más usados que contemplados puesto que se utilizaban como retretes en las fiestas promovidas por la realeza, ya que no había baños y se reunía una gran cantidad de personas.

En la Edad Media, justo el momento que nuestro amigo el Duende tuvo a bien llegar a este mundo, la mayoría de las bodas se celebraba en el mes de Junio, al comienzo del verano.

La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en Mayo; así, en Junio, el olor de las personas aun era tolerable. Pero como quiera que algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor. Así nace Mayo como mes de las novias y la tradición del ramo de novia.

Los baños eran tomados en una bañera enorme llena de agua caliente. El padre de la familia era el primero en tomarlo, luego los otros hombres de la casa por orden de edad y después las mujeres, también en orden de edad. Al final los niños, y los bebes los últimos. Cuando se llegaba a ellos ya se podía perder un bebe dentro del agua de lo sucia que podía estar.



Los tejados de las casas no tenían bajo tejado (lo que hoy podría ser el llamado “falso techo”) y en las vigas de madera se criaban animales: gatos, perros, ratas y otros bichos. Cuando llovía las goteras forzaban a los animales a bajar. De esto nació la expresión típicamente anglosajona “llueven perros y gatos”.

Los más ricos tenían platos de estaño. Ciertos alimentos oxidaban el material y hacía que mucha gente muriese envenenada lo que, unido a la falta de higiene de la época, hacía muy frecuente los fallecimientos por este motivo. Los tomates, que eran ácidos y provocaban este efecto de oxidación, fueron considerados tóxicos durante mucho tiempo. En los vasos ocurría lo mismo donde, al contacto con whisky o cerveza hacía que la gente entrara en un estado narcolépsico producido tanto por la bebida como por el estaño. Alguien que pasase por la calle y viese a alguien en este estado podía pensar que estaba muerto y ya preparaban el entierro. El cuerpo era colocado sobre la mesa de la cocina durante algunos días y cohabitaba con la familia mientras ellos comían y bebían esperando que volviese en sí o no.




De esta acción surgió el velatorio que hoy se hace junto al cadáver. Los lugares para enterrar a los muertos eran pequeños y no había siempre suficiente sitio para todos. Los ataúdes eran abiertos y retirados los huesos para meter otro cadáver. Los huesos eran retirados a un osario. A veces al abrir los ataúdes, se percibía que el enterrado había arañado la tierra, había sido enterrado vivo.

En esta época surgió la idea de, al cerrar el ataúd, agarrar a la muñeca del difunto un hilo, pasarlo por un agujero del ataúd y atarlo a una campanilla sobre la tierra. Si el individuo estaba vivo solo tenía que tirar del hilo y sonaría la campanilla y sería desenterrado ya que una persona estaba al lado del ataúd durante unos días. De esta acción surge la expresión “salvados por la campana” que usamos hoy día.

Aaaay!, que maravillosos tiempos aquellos....

Por cierto, estamos preparando ya el especial del año que viene, ya que gracias a nuestras investigaciones hemos descubierto que ya en Mesopotamia, en tiempos del reinado de Hammurabi, en pleno imperio paleobabilónico ( 1692 a. de C.), ya aparecen los primeros escritos firmados por un tal "duende caminante", autor en la sombra del código que lleva el nombre del mismo rey anteriormente citado, y que fue el primer código legal creado por el hombre. Quien, sino alguien como él para desarrollar las leyes básicas que regían a los pobres hombres de aquella época...



Como esto nos va a llevar otro duro año de invetigación, os remitimos el año que viene en esta mismo lugar para aventurarnos nuestros descubrimientos.

Un saludo y mi más sincero agradecimiento a todos los que fuistéis capaces de leer hasta aquí. Tiene mucho mérito, cojones!

4 comentarios:

calvito dijo...

Me ha encantado el post, Merlín, no se si Duende pensará lo mismo, jejeje.

merlin dijo...

Eu penso que lle traerá moitos recordos dos seus tempos mozos...

El Duende Que Camina dijo...

Magistral descripción de los usos y costumbres de la edad media.

Absoluta ubicación en nombres, fechas y lugares, lo sé porque yo estuve allí.

Inigualable percepción de la realidad humana y su evolución hasta los tiempos modernos.

Sólo existe un pero, no os consiento que digais que teneis 19 tacos, NI DE BROMA¡¡¡¡¡¡....:)

calvito dijo...

Como siempre, tienes razón Duende. Merlín ya ha cumplido los 20 que me lleva unos meses.

Es curioso conocer la procedencia frases que utilizamos habitualmente. Pensaba que lo de salvado por la campana tenía que ver con el recreo del cole.